El delicado sabor del salmón ahumado y la trufa blanca es una combinación única de sabores refinados.
Perfecto para preparar sándwiches o tostadas. Excelente como condimento para los platos de pasta como penne, spaghetti o raviolis. Ideal como salsa acompañante de verduras o para adornar pizzas. Pruébelo como relleno de tortelloni.